"Hay un gesto de retorcer el tiempo contra sí mismo cuando se fotografían lápidas de cementerios destruidos. Hay un gesto de denuncia de cómo las presencias no pueden ser borradas, aunque hay una fuerza sistemática para provocar el anonimato, la despersonalización de estas personas. Es impactante, porque la lápida que sólo indica un nombre no indica un rostro familiar, no indica el recuerdo directo de algo, sino solo su rastro formal."
— Pedro Keppler
Por Elsa Fosca
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